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“Queremos ser la excusa para unir al mundo”

Somos jóvenes hijos de una familia campesina del Occidente de Boyacá, un territorio que tras vivir el conflicto de la guerra esmeraldera y los cultivos ilícitos decidió apostarle a la paz a través del cacao.

El inicio de los sueños

Si sumerce quiere escuchar este cuento es mejor que lo acompañe con un chocolatico

Estos chinitos que usted ve acá son de Pauna, un municipio que ta pualla en el occidente de Boyacá, le suena?

Bueno, en nuestro terruño, nuestra tierrita  por allá cuando ni habíamos nacido en la década de los 70 se armó la algarabía por esas hijuemadres piedras verdes, las famosas esmeraldas, pues empezó a salir esa vaina y con tan poquita educación que sustentaban pa esos días, se agarraron, y toa la gentecita que sembraba el alimento se jue a buscar disque “un mejor futuro” sin pensar que se encontraría con el conflicto que le arrebató la tranquilidad a más de uno y una que andaban por las trochas y caminos de nuestro paraíso. Ya mamados de esa situación se sentaron los señores a hablar de paz en los 90´s y eso mermo tantico la violencia, pero trajo consigo la legalización de las dichosas minas de esmeraldas, y pues mijito ya no había cupo pa tanta gente, y sin un pesito en el bolsillo la mayoría volvieron a su vereda a volver a labrar la tierra, pero no faltó el vivo que dijera “oiga sumerce pa que se va a seguir matando en el campo, eso ponganse mejor a sembrar coca que ese negocio si le da es platica”  y ahí si fue que se agrandó el problema, pues había coca hasta en el jardín de la casa, esas montañas eran tupidas de esa mata. El estado volteo a mirar para acá y se vino a erradicar esos cultivos porque la violencia parecía perpetuarse, y como estamos acostumbraos a que todo es a las malas pues al comienzo fue así, hasta que ya cansada la comunidad se unió para manifestar sus necesidades y exigir una solución, ahí aparece el cacao como cultivo sustituto, así se crean asociaciones en cada municipio, en total fueron 10, porque solitos no le iban a dar ni mu, por esos días del 2005 ya estábamos nosotros rondando al lado de don Juan nuestro padre, quien ha sido líder social durante la mayoría de su vida.

Así fue como se empezó a arrancar la coca de forma voluntaria para sembrar pepitas de cacao, por allá en el año 2010 en Pauna y San Pablo de Borbur nos ganamos la certificación como primera zona libre de cultivos de uso ilícito, ya en el 2013 San Pablo de Borbur se gana el premio Emprender Paz, y en el 2014 nos ganamos el premio “Cacao de Oro” en Pauna, eso jue mucha emoción. Al mismo tiempo que pasaba, nosotros crecíamos y nos preguntábamos pa cuando íbamos a ir a la universidad, y podrá creer que lo logramos, Nico y yo juimos a la U desde la provincia hasta la ciudad.  Ya cuando estabamos más grandecitos a Nico se le ocurre crear la marca Kakaoteros en el 2017, pero no pa chocolates sino pa jartar crema de whisky de cacao, siempre emprendedor el hombre. Don Nico salió y se unió a nuestro padre pa seguir trabajando en el sueño chocolatero en un proyecto que venian cocinando desde el 2015, ya en Pandemia todo se cierra y con ello adiós trabajo, adiós chocolate, y pa la casa. Fue así como Nico y  yo Majo dijimos pues por allá tenemos una marca, se acuerda de Kakaoteros, hagamosle, empecemos de cero, y empezamos.

¿Se da cuenta porque era  importante echarle todo el cuento? Kakaoteros es el resultado de la decisión de nuestros padres de arrancar la coca no solo del suelo sino también de nuestro corazón, oficialmente nacimos el 02 de septiembre del 2020 con la firme decisión de crear una empresa que visibilice la labor de nosotros los campesinos cacaocultores y mejore nuestras condiciones de vida, que rescate las recetas de nuestras abuelas y las mezcle con esos sabores modernos que ahora nos venden, de tal forma que cada vez que sumerce se jarte un chocolatito frío o caliente, se coma una barra de chocolate, sepa que está apoyando a una de las primeras comunidades que  le apostó a la paz. 

Estos chinitos que usted ve acá son de Pauna, un municipio que ta pualla en el occidente de Boyacá, le suena?

Bueno, en nuestro terruño, nuestra tierrita  por allá cuando ni habíamos nacido en la década de los 70 se armó la algarabía por esas hijuemadres piedras verdes, las famosas esmeraldas, pues empezó a salir esa vaina y con tan poquita educación que sustentaban pa esos días, se agarraron, y toa la gentecita que sembraba el alimento se jue a buscar disque “un mejor futuro” sin pensar que se encontraría con el conflicto que le arrebató la tranquilidad a más de uno y una que andaban por las trochas y caminos de nuestro paraíso. Ya mamados de esa situación se sentaron los señores a hablar de paz en los 90´s y eso mermo tantico la violencia, pero trajo consigo la legalización de las dichosas minas de esmeraldas, y pues mijito ya no había cupo pa tanta gente, y sin un pesito en el bolsillo la mayoría volvieron a su vereda a volver a labrar la tierra, pero no faltó el vivo que dijera “oiga sumerce pa que se va a seguir matando en el campo, eso ponganse mejor a sembrar coca que ese negocio si le da es platica”  y ahí si fue que se agrandó el problema, pues había coca hasta en el jardín de la casa, esas montañas eran tupidas de esa mata. El estado volteo a mirar para acá y se vino a erradicar esos cultivos porque la violencia parecía perpetuarse, y como estamos acostumbraos a que todo es a las malas pues al comienzo fue así, hasta que ya cansada la comunidad se unió para manifestar sus necesidades y exigir una solución, ahí aparece el cacao como cultivo sustituto, así se crean asociaciones en cada municipio, en total fueron 10, porque solitos no le iban a dar ni mu, por esos días del 2005 ya estábamos nosotros rondando al lado de don Juan nuestro padre, quien ha sido líder social durante la mayoría de su vida.

Así fue como se empezó a arrancar la coca de forma voluntaria para sembrar pepitas de cacao, por allá en el año 2010 en Pauna y San Pablo de Borbur nos ganamos la certificación como primera zona libre de cultivos de uso ilícito, ya en el 2013 San Pablo de Borbur se gana el premio Emprender Paz, y en el 2014 nos ganamos el premio “Cacao de Oro” en Pauna, eso jue mucha emoción. Al mismo tiempo que pasaba, nosotros crecíamos y nos preguntábamos pa cuando íbamos a ir a la universidad, y podrá creer que lo logramos, Nico y yo juimos a la U desde la provincia hasta la ciudad.  Ya cuando estabamos más grandecitos a Nico se le ocurre crear la marca Kakaoteros en el 2017, pero no pa chocolates sino pa jartar crema de whisky de cacao, siempre emprendedor el hombre. Don Nico salió y se unió a nuestro padre pa seguir trabajando en el sueño chocolatero en un proyecto que venian cocinando desde el 2015, ya en Pandemia todo se cierra y con ello adiós trabajo, adiós chocolate, y pa la casa. Fue así como Nico y  yo Majo dijimos pues por allá tenemos una marca, se acuerda de Kakaoteros, hagamosle, empecemos de cero, y empezamos.

¿Se da cuenta porque era  importante echarle todo el cuento? Kakaoteros es el resultado de la decisión de nuestros padres de arrancar la coca no solo del suelo sino también de nuestro corazón, oficialmente nacimos el 02 de septiembre del 2020 con la firme decisión de crear una empresa que visibilice la labor de nosotros los campesinos cacaocultores y mejore nuestras condiciones de vida, que rescate las recetas de nuestras abuelas y las mezcle con esos sabores modernos que ahora nos venden, de tal forma que cada vez que sumerce se jarte un chocolatito frío o caliente, se coma una barra de chocolate, sepa que está apoyando a una de las primeras comunidades que  le apostó a la paz. 

Proceso "Bean to Bar"

Todos nuestros productos son traidos del arbol a tu mesa, en kakaoteros trabajamos día a día para que la calidad del chocolate que tú consumes sea la mejor, por eso hacemos seguimiento desde el arbol del cacao, los proceso de fermentación y secado, condiciones de almacenado y proceso de transformación para llegar a tus manos, disfrutala con toda confianza.

Sostenibilidad

Impacto social

Impacto ambiental

Impacto económico

Reconocimientos

Aprende más de nuestra historia con nuestro documental

Menciones de Prensa

Desde que conocí el occidente de Boyacá(...) el cacao de Kakaoteros hizo nido en mi corazón.

Robert Max Steenkist

Cocaína o chocolate: la propuesta de construcción de paz de Colombia

Ramro Global

La feria incluye la sección #DeManosQueHacenPaz, en la que se encuentran 21 proyectos de reconciliación

Semana Rural

De 18 emprendimientos pre-seleccionados de los 250 que hicieron presencia, Kakaoteros logró ganar este premio

Ramro Global

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